Cocinar para brindar un futuro mejor

 

Este otoño nos unimos a dos iniciativas solidarias haciendo lo que mejor sabemos hacer: cocinar. Por un lado, para la iniciativa Restaurantes contra el Hambre, de la fundación Acción contra el Hambre, creando platos solidarios cuya recaudación ayude a familias en situación de vulnerabilidad; por otro, nos comprometemos con el futuro de los jóvenes más vulnerables cocinando para Cocina Conciencia, de la Fundación Raíces.

Dar de comer. Esta es la razón de ser de la gastronomía y la hostelería, por mucha pompa y mucha experiencia que se quiera brindar, es el cimiento de nuestra profesión. Dar de comer como acto de dignificación, de cuidado.

Familia La Ancha comenzó dando de comer a los vecinos de nuestro primer restaurante, a los trabajadores que pasaban para tomar un plato casero caliente, a los que nos elegían porque querían comer como en casa. Ese espíritu es alma y toma de tierra de todos nuestros restaurantes, incluso del modernísimo Fismuler, “Dar-de-comer”. Por eso, cada vez que tenemos oportunidad, participamos de iniciativas solidarias haciendo lo que mejor sabemos hacer: cocinar.

 

Cocinar para las familias más vulnerables

 

Este año volvemos a participar en la iniciativa Restaurantes contra el Hambre, que lleva más de 15 años invitando a los cocineros a crear platos solidarios cuya recaudación se destina a familias en situación de vulnerabilidad a través de la ONG Acción Contra el Hambre.

Llevamos años participando, con Nino Redruello a los mandos, para crear platos solidarios que se podrán disfrutar en nuestros restaurantes de Madrid y Barcelona y de los que parte de los beneficios se destinarán a luchar contra el hambre en España.

Esta acción, que está teniendo tanta repercusión por la gran acogida que tiene entre los compañeros de profesión y los clientes, no es un hecho excepcional en nuestra familia. Como decíamos antes, tratamos de tener los pies en la tierra y participar en iniciativas solidarias de manera constante.

Ya lo hemos hecho con la Fundación Aladina dando clases de cocina, con las Soul Food Nights creando cenas solidarias en Fismuler. Y este año nos comprometemos además con el futuro de los jóvenes uniéndonos a la iniciativa Cocina Conciencia de Fundación Raíces.

 

Cocinar para asegurar un futuro a los jóvenes

 

A Nino Redruello la vocación le encontró sentado en el taburete del bar familiar aprendiendo de su tío que trabajaba tras la barra, ahí encontró su camino; Cocina Conciencia se lo muestra a cientos de jóvenes en situación de vulnerabilidad, “jóvenes que al cumplir los 18 años quedan fuera del sistema de protección”, como apunta Europa Press, y cuyo futuro es incierto sin ayuda.

Esta escuela, impulsada por la Fundación Raíces, junto a la periodista Cristina Jolonch y el chef Andoni Luis Aduriz, lleva formando desde 2010 a esos chicos y chicas en situación de vulnerabilidad, para trabajar profesionalmente en hostelería.

Y este año, con motivo de su 15 aniversario, las celebraciones se suceden en torno a la mesa para seguir nutriendo a una escuela cuya actividad en todos estos años “ha servido para crear más de 750 oportunidades laborales en 262 empresas”, como recoge la cadena SER.

El inicio de las celebraciones se dio en una gran cena solidaria celebrada en el restaurante Ovillo de Madrid, donde el chef Javier Muñoz-Calero trabaja con una plantilla de profesionales compuesta, en más de la mitad, por empleados que proceden del programa Cocina Conciencia  trabajando mano a mano con él.

Y continúan con la iniciativa ‘Plato Solidario Cocina Conciencia’, en el que Familia La Ancha hemos querido participar desde Madrid, con Las Tortillas de Gabino, y desde Barcelona con Molino de Pez.

En ambos restaurantes, desde el 15 de octubre y hasta el 15 de noviembre, donaremos el 15% del precio de uno de nuestros platos que irá destinado a la Fundación Raíces para que continúe con su labor social y siga formando al futuro de la gastronomía y la hostelería de España. “Con los fondos obtenidos, la Fundación Raíces seguirá apoyando a los más de 500 niños, niñas y jóvenes que atiende cada año”, apunta la cadena SER.

No dudamos un segundo en comprometernos con esta causa, hacerlo es asegurar un futuro a jóvenes que vienen “huyendo de contextos de pobreza, guerras, persecuciones, matrimonios forzosos u otras formas de violencia”, como recoge la cadena SER. Y es además comprometernos con el futuro de nuestra hostelería y gastronomía, colaborando con esa formación profesional que brinda Fundación Raíces.

Sumándonos a estas iniciativas, volvemos a tomar tierra, si es que alguna vez despegamos los pies del suelo, para recordar por qué estamos aquí: para dar de comer.